Taller Piñón: "Queremos fabricar la primera motocicleta de marca chilena"
Felipe Cruz, ingeniero mecánico, siempre tuvo una inquietud por los vehículos, tanto así que ya cuando estaba en la universidad restauró un automóvil antiguo para su uso. Esto se sumó a su poco interés en trabajar bajo un esquema tradicional, lo que terminó convirtiéndose en “Taller Piñón” emprendimiento que personaliza motocicletas y que ya ha hecho feliz a más de 60 clientes.
El mercado de motos en Chile es muy dinámico, especialmente debido al alto costo del combustible y a la facilidad que otorga al movimiento. Asimismo, Felipe vio una falencia que permitió que surgiera la idea de Taller Piñón en una primera etapa. “En algún momento el mercado de motos, al producir en masa, perdió esa relación ‘jinete-caballo’ que es súper necesaria. Nosotros vimos que hay un valor inmenso en hacer la moto tuya, esa sensación de pertenencia, de decir esta moto es mía y refleja lo que soy”.
Observando el mercado de bicicletas, Felipe se dio cuenta que la gente, más que buscar la verdadera funcionalidad del producto está interesada en el diseño, en lo que le da identidad al mismo. Esta idea la aplicó al mercado de motocicletas y luego de pasar ocho meses encerrado, planeando su empresa y de conseguir socios que creyeran en el proyecto, se lanzó a principios de 2015.
“Es importante tener las ideas claras desde el principio. Uno de los grandes méritos de Piñón es que estaba trazada la idea inicial y uno va enfrentando esa idea a numerosos problemas, estímulos y distracciones, tampoco se trata de una rigidez absoluta, pero hay un norte claro y en base a eso, cuando uno tiene problemas uno vuelve al origen”, explicó José Manuel Matte, socio de Taller Piñón.
El taller ofrece a sus clientes el proyecto de modificación con moto cero kilómetros incluida, con garantía. En un principio partieron trabajando con Suzuki pero por diversos motivos están migrando hacia otras marcas. Ya han desarmado y personalizado más de 60 motos en su año de vida y han podido comprobar que, la mayoría de las motos de baja cilindraje son muy parecidas, con diferencias en el ensamblaje y los accesorios.
Se demoró 6 meses en que llegara el primer cliente, no obstante, en ese tiempo el equipo estuvo aprendiendo cómo armar una moto completa, desde entonces ha sido una mejora constante “Ahora el nivel de la moto, de la última que estamos diseñando, va a ser distinto al que estamos acostumbrados, incluso una moto cara, como una BMW o una Ducati, que pueden salir $20 millones, no van a llegar al nivel de detalle estético de ésta”, explicó el ingeniero.
Los clientes de “Taller Piñón” tienen la capacidad de personalizar su motocicleta de diversas maneras: color, tipo de ruedas, focos, líneas, etc., siempre siguiendo una estética vintage, debido a lo cual, muchas de las personas que han comprado no son motoqueros, o sea, que ésta es la primera vez que se suben a una moto y están interesados, más que nada, en el diseño.
Proyecciones
Sin embargo, esta es solo la primera etapa, puesto que en un tiempo más tienen pensado comenzar a fabricar la primera moto de marca chilena “Piñón”. “Queremos diseñar la moto, obviamente que tenemos que ver la realidad, la realidad es que China es la fábrica del mundo, hay que ver si lo producimos en China o lo producimos acá, los costos y todo, pero la idea es que sea una moto diseñada en Chile”, señaló Felipe.
En el corto plazo, están en búsqueda de un lugar más grande para montar el taller que ya les quedó chico, y están desarrollando el proyecto para fabricar su primera moto eléctrica.
Pueden encontrar a Taller Piñón en su web