Cultura Profesional Docente: Clave del sistema educativo en Finlandia Parte 3
Finalmente, en esta última parte de la serie dedicada a las claves de la cultura profesional docente en Finlandia como inspiración para nuestros entornos educativos, toca reflexionar sobre condiciones que hacen atractiva la profesión docente. ¿Por qué en Finlandia los docentes gozan de un gran prestigio y reconocimiento social mientras que en otros países se enfrentan desafíos de atracción y retención de docentes?
A continuación, exploraremos un tercer factor clave que influye en la percepción y en la capacidad de hacer atractiva la profesión docente y qué lecciones se pueden extraer para mejorar la educación.
3. El reconocimiento social y la valoración del docente
El prestigio social de la profesión docente es otro punto donde Finlandia muestra diferencias significativas con otros países. En Finlandia, ser maestro es una de las profesiones más respetadas. La sociedad valora el papel de los docentes como fundamentales para el desarrollo del país, y esto se refleja en un salario decente (muy parecido al de otros países europeos, en términos relativos), en estabilidad laboral y en el reconocimiento público.
El respeto hacia los maestros y maestras también se nota en la relación entre familias y escuelas. Las familias confían en los docentes y no interfieren constantemente en su labor. En general, hay una cultura de respeto mutuo en la que se considera que los docentes tienen la mejor preparación para decidir lo que es mejor para el alumnado.
En otros países, aunque hay docentes altamente cualificados y comprometidos, la percepción social de la profesión no alcanza los mismos niveles de prestigio. En ocasiones, los docentes sienten que su labor no es suficientemente reconocida ni valorada por la sociedad.
Un reflejo de esta realidad es la falta de estabilidad en la carrera docente y la precarización de muchos profesionales. Las condiciones laborales de los docentes en otros países varían dependiendo de la situación socio-económica, pero en general, los contratos temporales y la falta de estabilidad afectan la motivación y el desarrollo profesional.
Conclusión: Claves para mejorar la profesión docente
El contraste fundamental, por tanto, radica en la cultura profesional docente basada en la confianza y no en el control, y esto repercute en cómo se percibe y se trata al docente: mientras que en Finlandia se confía en su profesionalidad y se le otorgan los recursos y la autonomía para desempeñar su labor con excelencia, en otros países persiste una mayor regulación y una menor valoración social que lanza el mensaje a los docentes que son meros aplicadores de recetas que les vienen dadas, lo que a menudo limita el potencial de innovación y el sentido de propósito en la profesión. Sin embargo, existen esfuerzos en muchas instituciones y colectivos docentes por transformar esta realidad y reivindicar el papel clave del profesorado en la mejora de la calidad educativa.
En definitiva, la profesión docente puede ser un pilar de transformación educativa si se le otorga el prestigio, la formación y la autonomía que merece. En este sentido, una reflexión final para los y las responsables de las instituciones educativas que tienen en sus manos la posibilidad de impulsar cambios en esta dirección, promoviendo un modelo que reconozca y fortalezca la labor docente.
Se trata de ir desarrollando un verdadero sistema de gestión del talento docente que incluya, al menos, los siguientes aspectos:
- Políticas claras de recursos humanos en la búsqueda, selección e inducción, así como en el desarrollo y retención de docentes.
- Perfil docente al servicio del perfil de salida/egreso del alumnado
- Progresión horizontal en la carrera docente (poder progresar sin tener que abandonar el aula)
- Categorías docentes con paquetes de incentivos en función del talento exhibido
- Sistema de evaluación del desempeño docente basado en el apoyo y aprendizaje entre iguales, que permita la mejora continua de la práctica
¿Estamos dispuestos a dar el paso?
