Review | Vivo V30: guía completa para realizar paisajes nocturnos, astroselfies o lightpainting con la cámara del celular (o cualquiera con modo pro)

Cualquier cámara de smartphone con el modo Pro, algunos tips, y un trípode, podría servir. ISO, velocidad de obturador y enfoque son claves.
Imagen tomada por el Vivo V30
Imagen tomada por el Vivo V30

Santiago, marzo de 2024. Entreprenerd pudo participar de una jornada de astrofotografía en el Cajón del Maipo, organizada por Vivo Chile, con motivo del lanzamiento del modelo Vivo V30. Por ende, la revisión del apartado nocturno del nuevo caballito de batalla en la gama media-premium del fabricante asiático, nos pareció la excusa perfecta para realizar una guía completa sobre cómo realizar paisajes nocturnos, astroselfies o lightpaintings sin nada más que un celular.

Los cuatro parámetros claves

Francisco Núñez, fotógrafo especialista en paisajes nocturnos y representante de Astrofotografía Chile, destaca que hay cuatro conceptos claves a la hora de enfrentar una cámara a escenarios nocturnos: el tiempo de exposición, el ISO, el balance de blancos y el enfoque.

En general, según detalla el experto, y pese a que muchos smartphones ya traen incorporados modos de astrofotografía o nocturnos, en general el mayor provecho se puede sacar de aquellos dispositivos que incorporan de manera nativa un “modo Pro” en sus ajustes de cámara.

Otro esencial es contar con un trípode, ya que los tiempos de exposición podrían varias desde 5 y hasta 32 segundos. Además, es preferible activar la fotografía RAW, que en general hace que el teléfono guarde la clásica fotografía JPG y una versión RAW, que guarda la mayor cantidad de información posible y mejora los resultados si se quiere una edición posterior.

La siguiente imagen, por ejemplo, se realizó con un trípode, ajusta varios valores en el modo Pro de la cámara del Vivo V30. Por ejemplo, al ser un día con luna llena, el ISO quedó en 640, el enfoque se dejó al máximo de distancia y el obturador operó durante 32 segundos (lo máximo disponible en el teléfono).

Aquí es donde la Luna juega un rol protagónico a la hora de los apartados técnicos. Según explica el representante de Astrofotografía Chile, una Luna llena puede borrar hasta un 70% de las estrellas visibles en el firmamento. ¿La razón? Su luminosidad. Eso mismo hace que el ISO se haya ajustado en un parámetro cercano a los 500, y no en 800 o superior si el paisaje tuviera ausencia de luminosidad por el satélite natural.

Otro punto clave a tener en cuenta, es que un trípode puede no ser suficiente para que una imagen no salga movida. Esto ocurre porque la masa de un smartphone no es suficiente para evitar que el simple toque del dedo hacia el obturador haga temblar al dispositivo durante un segundo o un segundo y medio, movimiento que termina siendo acusado en el resultado final. Por eso, la recomendación es siempre poner un temporizador de tres segundos, medida que elimina el movimiento por el toque a la pantalla.

En el caso de la astroselfie, esta puede incluir o no elementos luminosos, sin embargo es bueno considerar que los tiempos de obturación (tiempo que tarda una fotografía en terminar) deberían ser menores, para evitar que los movimientos naturales de las personas provoque que salgan “movidas”. En el ejemplo arriba, se usó un ISO 800, una velocidad de obturación de 10 segundos y un enfoque a máxima distancia.

¿Y qué hay con el ajuste de blancos? Esa es una decisión más personal, según aclara Núñez, ya que no interfiere mucho en la captación de luz del sensor de una cámara, sino que en el look final. Por ejemplo, los expertos de Astrofotografía Chile aclaran que la visión humana suele observar a unos 4800k (o grados kelvin, la unidad de medida para el tipo de blancos). Por debajo de eso, las imágenes se tornan hacia los tonos fríos. Por arriba de eso, hacia los tonos cálidos.

La imagen a continuación es un ejemplo de las diferencias en el ajuste de blancos, aplicado a la técnica del lightpainting. Si bien ambas cuentan con la misma medida en el ISO y la velocidad del obturador, la de la izquierda se disparó con un ajuste de 3200k, mientras que la fotografía a la derecha se realizó en 7000k.

Ahora bien, ¿cómo se consigue ese efecto tan resultón de una luz que fluye al fondo? Aunque no lo parezca, en la fotografía hay en realidad dos personas, pero la magia de la velocidad del obturar, el juego de movimientos y el contraste de la luz permiten que la segunda persona desaparezca.

La fotografía realizada abajo, se disparó mediante un trípode, con un ISO 500, 10 segundos de obturación y tres segundos de temporizador. La “magia” está en que la persona “modelo” debe mantenerse quieta en todo momento, mientras que la persona que “pinta” la imagen debe moverse ágilmente durante los segundos de obturación y dar la forma que estime conveniente a la luz. Y otra cosa importante: ojalá vestirse con tonos oscuros, ya que los colores claros podrían verse en la toma final.

Si bien en el ejemplo se usó un racimo de filamentos con luces ópticas que cambiaban de color, incluso un teléfono con una imagen en la pantalla de color sólido podría servir.

Como sea, según los expertos, lo importante es experimentar y probar con varios ajustes. De hecho, las condiciones mostradas en esta nota estaban muy sujetas a que la noche tenía una alta luminosidad producto de la luna llena. Pero sin esa condición de base, probablemente el ISO o los tiempos de obturación deberían haber sido más altos.

Y algo muy importante… la programación

Los expertos en fotografía de Astrofotografía Chile y Vivo recalcan que una correcta programación es crucial para tener una jornada exitosa de fotografías nocturnas. Primero, el Cajón del Maipo, el norte de Chile y cualquier lugar alejado de la contaminación lumínica de grandes ciudades es ideal.

Luego, es importante considerar que una luna llena es vistosa, pero borra gran parte del firmamento estelar. Por eso, es ideal programarse para días con Luna nueva, menguante, o cuarto menguante o creciente. Además, es ideal considerar un día si nubosidad.

Para eso, Francisco Núñez propone un set de cuatro apps para tener en cuenta: Fases de la Luna, Light Pollution Map, Stellarium y Windy. Todas ellas están disponibles tanto en plataformas Android como IOS.

La cámara del Vivo V30

El apartado fotográfico del Vivo V30 resalta por contar con tres cámaras con 50 megapíxeles: dos en la parte trasera (sensor principal y ultra gran angular) y otro en la cámara frontal ( en la parte trasera también es acompañada por un sensor adicional de 2 megaíxeles).

Sin embargo, lo más destacable es que el sensor principal cuenta con una apertura focal de 1,8, lo que lo convierte en un sensor capaz de captar bastante luz en cada toma. A eso lo acompaña, además, una serie de características de software para mejorar el procesado de imagen y un modo Pro que facilita una serie de ajustes no contemplados en el disparo automático.

El móvil se encuentra cerca de los $550.000 en el mercado chileno, y además de su apuesta por el apartado fotográfico, lo acompaña un procesador Snapdragon 7 Gen 3, una pantalla Amoled de 6,78″, una RAM de 12GB, almacenamiento de 512 GB, batería de 5.000mAh y carga rápida de hasta 80W.


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