Marcela Salinas, la emprendedora detrás de Café Frida de Concón: "Yo no vendo nada que no me gustaría dar a mi familia o comer yo"
Concón es una comuna de la Región de Valparaíso identificada por los restaurantes, particularmente los de tendencia marina, se encuentra Café Frida, local de barrio creado por Marcela Salinas, periodista que decidió dejar Santiago, un buen trabajo y paga, para buscar generar un negocio que conectara a las personas a través de un espacio a escala humana. Esta es su historia.
Ubicado en el camino Reñaca-Concón #41, Frida Café es “Un café de barrio, donde vienen los vecinos, uno puede conocerlos, compartir, recibir las llaves porque alguien se quedó afuera”, asegura Marcela. “Yo quería hacer un café como tal, un espacio donde compartes, trabajas, conversas, conoces gente y en eso se ha transformado Frida Café”, añade.
Para comenzar invirtió sus ahorros y recibió ayuda de su familia. Se decidió tras realizar un análisis de los cafés en el sector, el que consistió en “Darme una vuelta por Concón y ver que no habían cafés bonitos, con cafés ricos –muy ricos, donde si la gente volviera por el pastel- no había”.
Mirando hacia atrás, dentro de lo peor de emprender es “Lo más tedioso de la burocracia, que en realidad Chile tiene una deuda muy grande con los emprendedores”, asegura. Y esto tiene que ver con “La gente que emprende hoy, no tiene las mismas reglas del juego que la persona que hizo un negocio hace 10, 20 o 30 años. Por ejemplo, si pones un café, debes tener piso lavable, que me parece razonable; pero si vas a Los Andes, hay negocios que tienen piso de tierra”.
Pero no todo es malo, “Sí hay cosas gratas, cuando yo armé mi empresa que es una sociedad limitada, lo hice por Tu Empresa en un Día y de verdad –y eso que yo venía del servicio público- no sabía que el Gobierno tenía esto. Si tú te sientas puedes armar tu empresa en un día. Hay que destacar las cosas buenas”, sostiene.
Ahora, ¿qué le ha dejado el emprender?, “Me ha vuelto más segura de mi misma y más segura que puedo cambiar y me puedo reencantar. Entonces puedo irme de viaje, intentar emprender algo distinto, complementario y me atrevo. Una de las cosas más enriquecedoras es que he conocido gente que está en lo mismo y uno se potencia”, explica.
En Frida Café su dueña dice que trabaja con más de 28 emprendedores como proveedores. Y ahí le sale su lado exigente, ya que a su juicio el ojo debe estar puesto en “La atención y calidad. Sin duda es que es súper importante. En el fondo, mi política de calidad es yo no vendo nada que no me gustaría dar a mi familia o comer yo. La idea es que sea algo rico”.
¿Más detalles? Conoce otras cosas de Café Frida en la entrevista en el siguiente video