Según la OIT, se prevé que la desocupación mundial aumente ligeramente tanto en 2023 como en 2024, alcanzando los 211 millones de personas y según el Foro Económico Mundial, en su reporte “Informe sobre el futuro del empleo 2023”, los próximos cinco años el 23% de los puestos de trabajo sufrirá algún tipo de cambio mediante un crecimiento del 10% y una caída del 12%.
Promover un enfoque de trabajo sostenible que incentive un bienestar social, la protección de los derechos de los trabajadores, es una prioridad como país ya que el futuro del mundo laboral se encuentra en un punto de inflexión, en este sentido, la adaptabilidad, la adquisición de nuevas habilidades y la creación de políticas inclusivas serán cruciales para enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades que surjan en este nuevo escenario laboral.
“Considerando que las cifras de desempleo han aumentado por séptima vez consecutiva, según lo señala el INE, y que la OIT indica que el 21% de los jóvenes, a nivel mundial, entra en categoría NINI, es decir, no estudia ni trabaja, es relevante empezar a analizar qué está pasando en la cultura de las compañías chilenas”, comenta Rodrigo Garay, Business Manager de Gi Group Holding Chile.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo sostenible ofrece oportunidades de empleo productivo, seguridad en el lugar de trabajo, protección social, diálogo social y respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Además, promueve la justicia social, la igualdad de oportunidades y la seguridad económica. Este enfoque también fomenta la adaptabilidad a las nuevas tecnologías, contribuye al desarrollo sostenible en dimensiones económicas, sociales y ambientales, y promueve la diversidad y la flexibilidad.
“Un empleo sostenible se logra cuando se garantiza el bienestar y el desarrollo de los trabajadores, el respeto a sus derechos y la protección social, al mismo tiempo que se contribuye al crecimiento económico, la productividad y la competitividad de las organizaciones”, afirma Rodrigo Garay. Y agrega: “Dar trabajo sostenible no es una tendencia, es una obligación. Para los que somos parte de crear estos espacios, es fundamental considerarlo como un elemento central para atraer y retener talentos, sobre todo de las nuevas generaciones”.
Por su parte, Rui Rocheta, Chief Regional Officer Southwestern Europe & Latam, señala, “Nosotros como holding nos involucramos en la relación de equilibrio entre la organización y colaborador para garantizar a los trabajadores sus derechos y el cumplimento de leyes en cada país. Además de eso, en nuestra filosofía como Gi Group Holding señalamos que no colaboraremos con nada que provoque algún daño a la sociedad, explotación a trabajadores, el respeto en el medio ambiente y flexibilidad en el trabajo para que las personas puedan lograr una vida familiar más equilibrada. Sin duda estas son algunas características fundamentales que necesita una empresa para lograr un trabajo sostenible”.
Para 2030, Gi Group Holding se ha planteado varios desafíos en el mercado laboral chileno, que incluyen: fomentar la importancia del empleo juvenil, la incorporación de mujeres al mundo laboral, gestionar el aumento de la edad promedio de los trabajadores, cambiar los paradigmas de habilidades y competencias, aprovechar la inteligencia artificial aplicada al empleo y la productividad, y equilibrar el trabajo y la vida personal.
