Review | Sonos Ace: el triunfo de la comodidad y las cosas buenas de antaño
Ciertos aparatos te pegan un cachetazo para encauzar el camino y volver a lo básico que determina si un producto es bueno o no: cuántas ganas te generan de volver a usarlo.
A medida que probamos dispositivos tecnológicos, la necesidad por comparar prestaciones y características de última generación llevan a una "batalla de especificaciones" que flaco favor le hacen a discernir si un producto es verdaderamente bueno o no. Y a veces, ciertos aparatos te pegan un cachetazo para encauzar el camino y volver a lo básico que determina si un producto es bueno o no: cuántas ganas te generan de volver a usarlo.
Hoy venimos a reseñar los Sonos Ace, los primeros audífonos de la marca norteamericana Sonos que, si bien lleva años siendo uno de los referentes de los dispositivos de sonido para el hogar, recién ahora se lanzaron a la piscina con un modelo de audífonos inalámbricos over-ear.
Tengo un tema con los audífonos: me encanta usarlos, porque veo videos y reproduzco música todo el día mientras realizo mis labores diarias. Y a la vez me generan cierto estrés, porque me agota usarlos. Generalmente los uso media hora, luego me los quito, descanso otro rato y vuelvo a ponérmelos. No importa si son modelos de pocos dólares o gama alta.
Usabilidad
Sin eso en mente, al recibir los Sonos Ace procedí a analizar sus funcionalidades, como respondían en el apartado del sonido, bajo distintas condiciones y volúmenes, su cancelación de ruido y otras prestaciones. Pero sorpresa: luego de unas horas caí en cuenta de que no me los había quitado y, como si fuera poco, pese al tiempo seguían siendo cómodos.
Y es que eso es lo más rescatable de los Sonos Ace. Al menos en mi caso, no se sintieron como ese producto premium que usas con cierto resguardo y sacrifica cosas en pos de unas prestaciones de última generación. Más bien parecían ese buzo y esa polera que tan cómodos te quedan y podrías usar todos los días.
Es difícil entender bien a que se atribuye. El peso de los audífonos es cercano a los 320 gramos, por lo cual, no son particularmente livianos. Las almohadillas se ven de una calidad excelente, pero tampoco parecieran tener algún diferenciar especial en cuanto a su amortiguación o sujeción. Sin embargo, algo hace que todo cuaje bien. Probablemente sea el diseño completo y su marco, que compensa de gran forma el peso y hace un equilibrio perfecto entre que los audífonos no se presionen tanto las orejas y que su agarre sea el idóneo para que los mismos no se deslicen hacia abajo y ejerzan presión indebida.
Diseño y rendimiento
La fabricación de los Sonos Ace es de gama alta a toda regla. Los brazos deslizantes de acero inoxidable permiten un ajuste preciso en la cabeza. Y las almohadillas magnéticas de espuma con memoria son un deleite. Y en cuanto a la durabilidad, si bien es apresurado decirlo, durante más de un mes de uso intensivo no han hecho mella de ningún detalle estético que no los haga parecer nuevos.
La batería es de 1.060 mAh. Prometen 30 horas de reproducción continua y cumplen a cabalidad. La carga rápida también funciona perfecto, ya que al tener la batería baja, cargarlos 5 minutos fue suficiente para contar con cerca de tres horas más de música.
Los Sonos Ace integran la tecnología Dolby Atmos, que son un deleite al escuchar, y también permiten escuchar un audio Lossless mediante Bluetooth y USB-C. Su tecnología de cancelación activa de ruido también está a la altura. Probablemente no sea la más fuerte del mercado, pero sí se comporta de una manera muy natural.
Audio
El diafragma es de 40 mm en cada audífono, cuenta con seguimiento dinámico de la cabeza para aprovechar el Dolby Atmos, audio espacial, y ocho micrófonos para controlar el audio y la voz. Por su parte, la conexión Bluetooth es 5.4 y todos sus controles son mecánicos, nada táctil. Ojo con ese detalle: puede parecer old school, pero vaya que es placentero interactuar con botones que se sienten de calidad y responden en el momento y forma que lo requieres. Calidad que huele a las cosas buenas hechas de antaño. Me hizo cuestionarme hasta qué punto las funciones táctiles son importantes en un producto que no sea un smartphone o una tablet.
Yendo a detalles más finos, los usuarios de Iphone cuentan con los códecs AAC estándar, mientras que en Android se puede disfrutar del AptX Adaptive de Qualcomm en teléfonos compatibles. Una de las críticas que se ha hecho al modelo, sin embargo, es que no incluye el códec Bluetooth LDAC de Sony. ¿Importa? Si no eres un purista, bastante poco.
El perfil de audio es bastante equilibrado. Es cierto que compite de lleno con los Apple Airpods Max y los Sony WH-1000XM5, aunque si hubiera que marcar una diferencia, se distancia algo del perfil de Sony, que hace mucho énfasis en los graves. Con los Sonos Ace la apuesta en cuanto a sonido es el equilibrio, que todo fluya de la manera más natural posible. Alta fidelidad en regla.
Sus características responsivas funcionan perfectamente, ya sea la detección de movimientos de la cabeza, el stop automático cuanto te quitas los audífonos, el uso multidispositivo y el modo claridad, que es francamente notable, llegando al punto de que podría considerarse, al menos desde mi experiencia, el mejor implementado del mercado.
La app es quizá lo menos relevante y satisfactorio del combo. Funciona bien, permite cierta personalización, aunque la competencia tiene más opciones, y no está exenta de bugs y fallos. Por otra parte, la transferencia de audio entre audífonos y TV (TV Audio Swap) recién se habilitó para dispositivos Android un par de días antes de publicar la reseña (antes funcionaba únicamente con dispositivos Apple), y si bien es algo muy entretenido de probar al principio, no pareciera tener una implementación tan perfecta como la marca describió. Dicho eso, el solo hecho de que la funcionalidad exista ya es un motivo para que alguien se plantee comprar la Sonos Ace si ya cuenta con una barra de sonido o parlante de la marca.
Detalle relevante al final: los audífonos vienen en una funda de fieltro fabricada con plásticos reciclados, que en su interior traen un cable de carga de USB-C a USB-C y otro cable para sonido analógico de USB-C a jack 3,5 mmm. El estuche es sobrio y elegante, y muy grato para transportarlo.
El precio en Chile de los Sonos Ace, por ahora, ronda los $530 mil pesos en distribuidores oficiales de la marca y otros ecommerce. Es un monto considerable, claro está. Compite en la gama premium con lo más selecto del audio inalámbrico. Sin embargo, pese a que siempre hay un espacio de mejora, la primera generación de audífonos de Sonos peca poco de novato, y más bien parece un producto consolidado que llegó para quedarse. Detalles más, detalles menos, por comodidad pasaron a ser mis favoritos.