Modelo educación 2.0 apuesta por método inclusivo que integra a alumnos TEA y con déficit atencional
Derribando el mito que asume que aprendemos de manera distinta al resto, hay quienes plantean un enfoque integrador, en el que se puede trabajar atendiendo a las variables específicas presentes en el aula.
El 11 de octubre Santiago de Chile, y específicamente el colegio Villa María Academy, albergó un masivo evento educativo denominado Research ED, contexto en el que desde Aptus, corporación sin fines de lucro que trabaja para potenciar la calidad de la educación de Chile, ofreciendo una serie de insumos a equipos directivos, líderes pedagógicos y docentes de nuestro país, destacando su labor en colegios vulnerables, se abordó la necesidad de apostar por métodos 2.0 para trabajar con las comunidades escolares.
La entidad que busca facilitar el trabajo educativo, entendiendo cómo aprenden los niños, cómo se dirigen las escuelas para que exista una buena enseñanza, asegura su gerente general Rodrigo López, tiene un marcado enfoque social, por lo que su quehacer integra una orientación que considera espacios vulnerables.
Paralelamente, la labor de esta se desarrolla con el apoyo de modelos de escuelas de países como Estados Unidos e Inglaterra.
Considerando que se ha avanzado de manera relevante en el saber, especialmente respecto del ámbito del entendimiento y el razonamiento cognitivo, el trabajo sin fines de lucro de Aptus apunta a la experiencia de logro, que opera como un insumo que estimula el aprendizaje, generando una mayor motivación para hacerse de él.
¿Todos aprendemos de la misma manera?
Con una plataforma que pone a disposición de las comunidades distintas opciones para reforzar el aprendizaje, se ofrecen herramientas educativas en un mundo en el que ya se pueden derribar algunos mitos, como el que asumía que cada estudiante aprende de manera distinta.
"Todos aprenden casi de la misma manera. Se habla de que los niños tienen distintas formas de aprender", recalcan desde esta entidad desde donde se apuesta por mejores métodos de aprendizaje, apelando también a las nuevas tecnologías, pero teniendo en cuenta que pese a que se dice que es necesario entender los distintos estilos de aprendizaje, ha quedado claro que no hay muchas variaciones, dado que no existen formas de aprender diferentes.
"Eso es un mito, todos aprendemos de formas muy similares, eso hay que asumirlo", destacan desde esta organización.
Y esto, complementan, "no es para improvisar, no existen los estilos de aprendizaje distinto", ya que todos aprendemos de formas muy similares, sin embargo, hay que hacer la clase de una forma que coincida con eso, más que tratar de (adaptarse).
Respecto de la diversidad en el aula, cuando trabajamos, por ejemplo, con niños con déficit atencional, con espectro autista, el desafío es cómo le enseñamos a todos, y especialmente a los alumnos que tienen más necesidad, plantea López.
Porque en clases sobrecargadas de estímulos, donde existe demasiado desorden y donde no hay una buena gestión de la sala, de la disciplina y el orden, todos se pueden distraer, pero el que más se distrae es el que tiene déficit atencional. O quien tiene TEA se sobrecarga con estímulos en una clase ya sobrecargada, y se complica, explica destacando además el trabajo con el que se puede enfrentar la educación en virtud de la necesidad específica de cada colegio al que acompañan apoyando su labor a través del proyecto educativo de Aptus.

