Hay una cita que se atribuye al físico Albert Einstein y dice que: “Si las abejas desaparecieran del planeta, a los humanos sólo nos quedarían 4 años de vida”. Y la verdad es que le debemos mucho a estos insectos ya que las abejas son vitales para la vida en la tierra dado su rol polinizador, sin embargo, en la actualidad atraviesan tiempos difíciles y requieren cuidados para su supervivencia y la nuestra.
En este contexto y con el fin de entregar apoyo profesional y conocimiento a cooperativas y criadores de abejas reinas, nació Beeing Company, startup chilena que comenzó luego de la aprobación del examen de calificación doctoral del que hoy es el CEO de la empresa, Andrés Vargas, sobre el origen y calidad genética de la abeja nacional.
Con el tiempo y en la medida que se concretaba el proyecto, a este médico veterinario se le sumaron Sebastián Rubio, ingeniero en biotecnología molecular; María Francisca Vásquez, directora audiovisual y periodista; Gerardo Albornoz, licenciado en bioquímica y administrador de empresas, y Diego Aros, ingeniero en agronegocios.
Según define Andrés Vargas, “nuestro trabajo busca fomentar la producción apícola, entregando una herramienta genética que permita la selección de las mejores abejas reinas para las colmenas. De esta manera, preservamos la pureza de raza, promovemos la biodiversidad e incrementamos los márgenes de ganancia para el criador de abejas reinas. Esto se vuelve importante, pues existen enfermedades que afectan directamente a las colmenas, disminuyendo su población y, por ende, la producción de miel y los servicios de polinización que cumplen”.
Reconoce que los comienzos no fueron fáciles y que entre los principales obstáculos que encontraron están “las barreras de financiamiento, ya que comenzó como un proyecto universitario con un alto nivel de complejidad, requirió financiamiento de premios y fondos concursables para el desarrollo del servicio, lo que enlenteció el ritmo de la empresa”.
Pero ya en julio de este año iniciaron sus ventas con un 15% de crecimiento mensual y esperan antes de fin de año tener los primeros 50 análisis genéticos chilenos.
Actualmente, utilizan Inteligencia Artificial, específicamente lo que se conoce como Redes Neuronales de Clasificación, lo que permite, según detalla Vargas, “realizar análisis genéticos entre distintas bases moleculares de abejas con sus poblaciones de origen. Como si fuera una huella digital de esa abeja reina”.
Abejas sanas, apicultores felices
Durante su corta existencia, como empresa han logrado mostrar la efectividad y beneficios de su propuesta para el mercado apicultor y que consiste principalmente en que conozcan la genética de su apiario y certificar la calidad de sus abejas reinas. Destaca que “esto agrega valor de venta tanto dentro del país como en el mercado europeo, donde dicha certificación es de carácter obligatorio en 18 países”.
De hecho, desde el 2010 en Francia es obligatoria la certificación genética apícola, porque es posible preservar la pureza de raza, seleccionar individuos resistentes a enfermedades y a su vez promover la biodiversidad de los apicultores al tener dicha declaración.
Beeing Company es parte del Instituto 3IE, la incubadora de negocios de la Universidad técnica Federico Santa María, desde diciembre de 2022, cuando ingresaron a la segunda generación del programa Despega tu Emprendimiento, lo que les permitió acceder a clases y mentorías en emprendimiento e innovación y asesorías comunicacionales.
Asimismo, han recibido reconocimientos y premios como el Tercer lugar en Jump Chile 2021, estar entre los Jóvenes Innovadores 2021 y Segundo lugar en Brain Chile 2022, entre otros.
A corto plazo, Vargas destaca que “estamos en proceso de cierre de ronda de levantamiento de capital (pre-seed) por 150 mil dólares por el 15% de nuestra compañía para finales del mes de noviembre de este año, de la mano del Fondo Impacta VC, ya que pertenecemos a la generación 2023 del Impacta Fundraising Advisory Sessions (IFSP)”. Asimismo, ya se encuentran trabajando con diferentes agrupaciones de apicultores del país y además tienen un convenio con la Universidad de Chile de trabajo en conjunto para desarrollar soluciones para los apicultores.
