Tras dos años, Cindy Gallardo e Ignacio Díaz, fundadores de Urban Spark, verán materializada su baldosa inteligente en el Parque de Innovación del Centro Tecnológico para la Construcción (CTeC), emplazado en Laguna Carén. En este tiempo al menos tres países han solicitado su invento, además de la intención de trabajo con empresas como Copec y Metro de Santiago.
Desde que la noticia del invento chileno de una baldosa inteligente que producía electricidad al pisarla salió a la luz, la rutina de Cindy Gallardo e Ignacio Díaz, creadores de la startup Urban Spark, ya no fue la misma. Y es que el prototipo de 15×15 centímetros hecho por impresión 3D pasó en dos años de ser un prometedor proyecto universitario, a una disruptiva tecnología que ya llama la atención de grandes potencias.
También mucho ha cambiado con el invento mismo. La esencia de convertir la fuerza cinética del desplazamiento de las personas -el peso que ejercen sus pisadas- en electricidad, sigue siendo la misma. Pero lo que en un principio estaba basado en materiales isoeléctricos que creaban energía al deformarse, ahora es un complejo sistema electromecánico en base a inducción electromotriz capaz de generar entre 4 o 5 watts por pisada humana. Y eso tiene dos beneficios: la cantidad de energía que produce es notablemente mayor y también mejora la experiencia del usuario, ya que antes las baldosas se hundían cerca de 2,5 centímetros y hoy apenas 2 milímetros.
De promesa a realidad
Según cuenta a Entreprenerd Cindy Gallardo, founder y COO de Urban Spark, el mayor paso de la joven startup se está fraguando por estos días en la Laguna Carén, lugar en que se está construyendo el Parque de la Innovación del Centro de Tecnologías en la Construcción (CTeC). Tras una alianza, Gallardo y compañía donaron seis metros cuadrados de sus baldosas al edificio, que ya se están instalando y serán el primer uso permanente en terreno de su producto.
“Estamos muy contentos por este paso, porque a pesar de que la pandemia detuvo muchos proyectos que estaban evaluándose, confiamos en que este año podremos sellar más implementaciones fijas de Urban Spark. Tenemos ideas para su construcción en lugares peatonales muy concurridos, centros comerciales, tótems para cargar celulares, puntos interactivos para personas, y muchas cosas, tanto en interiores como en exteriores”, detalla Gallardo.
Llamando la atención
Lo cierto es que la fama que consiguió el generador eléctrico de piso chileno trajo “dulces problemas”. Según relata la COO de Urban Spark, debieron rechazar tres peticiones de países que quisieron adquirir los primeros ejemplares de las baldosas. Los llamaron desde Brasil, Japón -cuna de la tecnología- y del propio Maratón de París, para implementar su desarrollo, pero “tuvimos que decir que no, porque nuestro invento estaba en un desarrollo demasiado temprano, aún teníamos cosas que pulir. No queríamos apresurarnos y nos faltaban los medios para una economía de escala y el desarrollo masivo”, recuerda Cindy.
Pero ahora dicen estar preparados. A finales de 2018 ganaron el Despega Usach que les permitió una pasantía internacional con la aceleradora de negocios norteamericana Velocity TX. Tras eso, se adjudicaron el programa The “S” Factory de Start-Up Chile, seguido por llamar la atención del propio Andrónico Luksic, que otorgó a través de su Fundación Impulso Inicial una donación en máquinas, impresora 3D, insumos básicos y un computador para trabajar con softwares de modelamiento.
Pese a las aceleraciones en dinero, para Gallardo la experiencia más trascendente fueron los meses de aprendizaje en la incubadora norteamericana.
“La pasantía en Texas fue una experiencia impactante. Aparte de que fue mi primer viaje, al llegar allá notamos que los temas de conversación eran distintos a los de Chile, las personas allá van mucho al grano del negocio, a focalizar el mercado, las estrategias para diferenciarse con el cliente, en fin. Volvimos a Chile con un cambio de chip”, enfatiza.
Metas a futuro
La baldosa de Urban Spark hizo su primera aparición pública luego de la venta a Antofagasta Minerals, que implementó un tótem interactivo con su tecnología en el ePrix de la Fórmula E en Santiago en 2020, y después repitió en la Expo Coquimbo. Además, varias constructoras y empresas como Copec y Metro han contactado a la empresa con serias intenciones de trabajar en implementaciones.
“Las conversaciones con empresas las retomamos hace pocos días y esperamos conseguir acuerdos pronto. Y también queremos este año retomar los contactos para concretar la transferencia tecnológica a otros países, hacer convenios internacionales para exportar nuestra tecnología, porque ya habían pedido una cantidad de baldosas”, destacan desde Urban Spark.
Los pensamientos en grande continúan para la joven startup. Como meta, se proponen de aquí a cinco años conseguir la construcción de su generador eléctrico de piso para uso vehicular. Es decir, un principio similar al ya desarrollado, pero basado en una membrana flexible que producirá electricidad a partir del paso de los autos en calles y autopistas.
“Ya estamos trabajando en este desarrollo para uso vehicular porque queremos desmarcarnos pronto del concepto de ‘baldosas’. Queremos que nuestro convertidor sea una energía limpia de uso integral. Además trabajamos en otros proyectos que contemplen factores medioambientales y tecnología para smart cities, ya que nuestro producto puede generar datos a partir de la interactuación”, añade Cindy Gallardo.
